Lo que se vivimos las familias de parteros, hacemos visible esta realidad que nos habita, que forma parte de este camino...
Reconciliar la confianza de la pareja pariendo y el miedo de la familia que no quiere el parto en casa.
Estar disponible a contestar mensajes, llamadas, visitas imprevistas o fuera de nuestro horario con la exigencia de la inmediatez, a la par de escuchar a nuestras crías: "¿qué no saben que tienes familia?".A diario la familia trata de adaptarse, porque tenemos que dejar la actividad planeada porque hablaron para un parto y terminar diciendo: bueno ese bebé necesita esta forma de nacer.Atravesar la frustración y enojo por que algunas personas creen que es excesivo nuestro precio, nos regatean, nos imponen sus condiciones para pagarnos y sí cobramos somos malos parteros.
La petición de ser racional, científica asistencial, además mostrar los conocimientos propios de la partería y al mismo tiempo ser emocional, espiritual próxima a la madre, su pareja y el entorno.
Lidiar con las personas molestas porque cancelamos su cita por un parto y sabemos que también es importante, pero un parto no avisa, mientras otras parejas contestan: que emoción que todo salga bien.
Estar agotados porque pasamos horas en los diferentes trabajos de parto y muchas veces sin tener acceso a alimento, un espacio de descanso, faltando a nuestro autocuidado y sintiéndonos incongruentes por dejarnos para después.
Llegar con las amigas y no ser más que alguien que pide cama, pero tambien necesita el escuchar otras cosas, recibir abrazo, contar la historia que se vivió, llorar.Aprender a poner límites claros y a tiempo y aún así escuchar tu me abandonaste.
Reconocer que cada quien vive la experiencia del parto desde distintos lugares, como parteras podemos decir fue un super parto, "partazo" (parto frío, parto liso, parto cálido, etc.) y la mujer o su pareja decir: "no me gusto", "no era lo que yo esperaba", "me senti sóla", y aceptar que es así.
Llegar a casa y ya hay otro llamado, tenemos 15 min para sacudirnos, cargar el corazón y volver a salir...
Texto de @krishna_avalos_fotografa y @geodoulaVida de partera
Adaptación Erick Villalta y Sulammit Rivas
-------------------Exactamente todo igual, agregar que en El Salvador nos enfrentamos al gremio médico que quiere constantemente desacreditar nuestra labor y miran de menos a las parteras ancestrales, que han atendido miles de partos más que ello. Lidiar con la violencia obstétrica que embarga la atención sistemática del asentamiento y vacunación de las puérperas y sus crías, particularmente en El Salvador tenemos contexto de tanta violencia que las mismas personas estudiantes de doula o asesoras de maternidad que ponen en peligro la reputación de la partería, Cuestionamientos diarios de la legalidad hasta de estas mismas personas que mencioné de último y más..
Y venir a casa, llorar, desahogarnos, abrazarnos, orar y continuar apoyando que nuestro país esté lleno de familias con un comienzo lleno de amor y respeto, tratar de compensar a nuestros hijos que no pasan de los 5 años y llenarnos de energías para la siguiente atención.
Pd.: Cabe decir, que también -a la fecha- estamos gestando nuestro 3 bebé.
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